La estación de trabajo Unplugged, creada por el diseñador Eddi Törnberg, busca y examina la posibilidad de trasladar el diseño y la producción de energía sostenible lejos de las exigencias morales, y en cambio responder, con la ayuda de la tecnología, a la vida diaria de las personas.
Hoy en día pasamos la mayor parte del tiempo en nuestros lugares de trabajo, detrás de nuestro escritorio. Frente a esto el diseñador se preguntó si era posible usar las tareas cotidianas que realizamos en este lugar para generar la energía suficiente como para alimentar la electrónica que normalmente tenemos en nuestro escritorio. A través de la investigación en Ångströmlaboratoriet, Uppsala University, Malmö University y con la ayuda de su mentor Göran Nordhal, ha explorado diversos métodos tecnológicos y científicos que, junto con nuestras tareas cotidianas de oficina, pueden generar en un futuro cercano la electricidad que necesitamos.
Törnberg partió de un original punto de vista: el hombre es, por naturaleza, perezoso. En las ciudades, la vida es cada vez más sedentaria. Así que hay que partir de ese comportamiento pasivo de la mayoría de los urbanitas.
La silla del escritorio Unplugged está equipada con un asiento de metal que captura el calor de la persona que se siente. Se calienta la silla, pero no se transmite el calor al asiento, ya que cuenta con una malla metálica que funciona como aislante. Esta peculiaridad se basa en un descubrimiento que Seebeck realizó en 1821, que demostró que ciertos materiales se calientan en uno de sus lados mientras permanecen a temperatura ambiente en el otro. Esta diferencia de temperatura genera electricidad.
El otro dispositivo que genera energía es una alfombra, que se coloca bajo el escritorio. Esta alfombra se ha fabricado con cristales piezoeléctricos que generan electricidad cuando se les aplica presión. Así, cada vez que se muevan los pies, aunque sea de forma involuntaria, o si se mueve la silla, se genera electricidad.
Por último, Unplugged también genera electricidad gracias a las plantas. Además, tener plantas en la oficina es muy saludable para el ambiente, ya que filtran el aire. Pero, además, el diseño de Törnberg permite obtener electricidad de la planta aprovechando el proceso de fotosíntesis.