Decorar la habitación de tu hijo es una tarea que parece más sencilla de lo que es en realidad. Los niños se aburren fácilmente por lo que tenemos que tener en cuenta muchos más aspectos que no tenemos para las habitaciones de los adultos.
Aprovecha bien el espacio:
Puedes colocar baúles o cajones para la organización. Resultarán muy útiles y a la vez decorarán la habitación. También puedes utilizar sus propios juguetes para ello, evita guardarlos y colócalos en estanterías para que se vean y personalicen el dormitorio. El niño se sentirá más cómodo si utilizas sus juguetes favoritos para ello. Así, no se aburrirá nunca.
Accesorios decorativos:
Textiles:
Aprovecha su propia ropita para decorar. Es muy entrañable colgar sus trajecitos con pinzas en una cuerda dentro de su habitación y lo mismo que ocurría con sus juguetes, al ser suya no se cansarán de verla y les gustará más. También puedes añadir alfombras de formas y colores divertidos. Personaliza su cama con colchas divertidas, hay millones para elegir.
Cuadros:
Elige cuadros de sus dibujos animados favoritos,sus películas, sus héroes, etc. Seguro que no pondrán ninguna pega al respecto y estarán encantados de poder decidir a quién quieren tener en sus paredes. Cuelga sus dibujos y sus “pequeñas obras de arte” en un rincón de su habitación. Se sentirá importante y dará rienda suelta a su imaginación.
Vinilos:
El uso de vinilos decorativos es cada vez más común ya que tiene muchas ventajas. Los puedes cambiar rápidamente y existe una gran variedad para elegir, incluso puedes personalizarlos a gusto de tu niño.
El techo:
A la hora de decorar la habitación de un niño, cobran especial relevancia los techos. Es lo que verán a la hora de dormirse por lo que deben trasmitirle calma y tranquilidad para conciliar bien el sueño.