Un cierto recuerdo a un mundo onírico, propio de los cómics futuristas, preside y caracteriza el interior de este espacio comercial en el que el producto expuesto, se convierte en protagonista del diseño.
En la fachada de la tienda se representan diferentes composiciones lineales y materiales que proporcionan su imagen característica, enmarcando una gran puerta de aluminio y cristal, con la forma de la silueta del bote de happy y dotada de unas formas curvadas que recuerdan a las de una nave espacial.
La fachada presenta tres ventanas, de forma diferente, que representan a los pastilleros que se venden en el local.
En el centro del espacio del local, aparece una de las piezas mas importantes de la tienda, que consiste en una lámpara diseñada por el propio estudio Pichiglas, fabricada con botes de “happy” en los que los clientes almacenan el producto. El estilo de la lámpara esta inspirado en el “Art Déco” con complicidades contemporáneas.