Alguna vez te pareció posible un granero se transformar en una vivienda increible? Pues, este proyecto es la prueba de que esto es perfectamente posible!
Entre campos de cultivo, Park Corner Barn formó parte de una granja vecina y fue utilizado como granero y establo hasta mediados de 1990. Construido en ladrillo, una adición de estilo victoriano duplicó su tamaño inicial, siendo la edificación que se mantiene actualmente.
Su propietario compró el granero, en 2009 con la intención de devolver al edificio su estructura original. La reforma la han firmado los arquitectos Luke McLaren y Robert Excell (McLaren.Excell), quienes acordaron con su cliente la creación de espacios abiertos y luminosos de estilo nórdico, de los que emanara una calma continuada.
La nueva vivienda también tuvo que adaptarse para acoger las colecciones de música clásica y libros del cliente, proporcionar un nuevo espacio de vida en el centro de la renovada distribución y ser un alojamiento flexible para estar lleno de invitados o con un solo ocupante.
La primera reforma, realizada en 1997, dejó como resultado 25 habitaciones, 19 de las cuales se encontraban en la planta baja. Esta antigua intervención tampoco concedió la menor prioridad a la riqueza de materiales del lugar ni a las cualidades espaciales -internas y externas- del edificio.
Esta nueva reforma, que contó con un presupuesto limitado, estuvo destinada a deshacer gran parte de ese trabajo previo que había desvirtuado los orígenes agrícolas del granero, aunque algunas partes se mantuvieron iguales. La intervención redujo significativamente el número de habitación y permitió que la escala y la materialidad de la edificación respiraran de nuevo.
Con la reestructuración se eliminaron muchas paredes estructurales, suelos y vigas, por lo que tuvo que introducirse un complicado conjunto de estructuras de acero y de madera. Además, todo se complicó más por el deterioro de los elementos de madera de la parte más antigua del establo.
Espacialmente, estos cambios dieron lugar a dos zonas de estar muy amplias. La apertura del extremo sur creó un gran salón de planta abierta con doble altura, elevándose hasta las bellas vigas de madera del techo principal. La cocina pasó a formar parte de esta zona común y punto focal de la casa.
En el extremo norte de la granja, la eliminación de cuatro dormitorios en suite sirvió para que el propietario dispusiera de una biblioteca y sala para escuchar música lo suficientemente grande para contener su colección de cientos de libros y discos.
La nueva elevación a dos aguas de la zona sur se construyó a partir de secciones de gran tamaño de madera maciza de roble. La chimenea se concibió como un enorme objeto escultural: una composición de bloques de piedra caliza forman la base para el típico conducto de yeso que se estrecha haciéndose eco de las formas inclinadas de las chimeneas de ladrillo rurales.
La nueva escalera móvil para subir a la primera planta pesa una tonelada y se fabricó en acero negro, con un acabado de textura áspera proporcionada por la pátina natural del material. Por otra parte, las puertas de roble y carpintería tienen unas medidas mayores de lo habitual para estar acordes a la escala del entorno.
En todo momento, el granero se ha diseñado con simplicidad y sus materiales y detalles presentan una actitud contemporánea. Explican los arquitectos que optaron por “una paleta limitada de sobrios materiales para asegurar una sensación de coherencia y calma en todo el edificio: roble al aceite blanqueado, piedra caliza, basalto italiano y revestimientos para el suelo de fibras naturales. Esta actitud reduccionista hacia tono y materialidad permite que la estructura original del granero soporte las adiciones y siga siendo la característica predominante del interior.”
Via interioresminimalistas.com