El diseño, volumetría y equipamiento de un elemento lineal, separador de las dos funciones de este proyecto, la zona de comida para llevar y el comedor, vertebra de manera inteligente el espacio de esta ampliación de un local clásico.
Cuina Miracle trabaja desde hace 10 años en la elaboración de comida preparada para llevar. El encargo nació de la necesidad de ampliación de la actividad de Cuina Miracle ya que el local existente se había quedado pequeño y se quería ampliar tanto la capacidad de la cocina y cámaras frigoríficas como del comedor. La ampliación incorpora los dos locales adyacentes y se plantea respetando el esquema funcional existente.
La propuesta consiste básicamente en ordenar las circulaciones interiores para facilitar los procesos del trabajo, desde la llegada del producto, manipulación, almacenaje y elaboración, enfriamiento, envasado, conservación y venta. Se establecen dos franjas longitudinales diferenciando claramente el uso interno (cocina caliente, cocina fría, almacén, cámaras frigoríficas) del público (comedor y tienda).
Una pared de 15 metros de longitud es el elemento vertebrador que separa los dos usos a la vez que comunica visualmente las zonas de trabajo con el comedor y la tienda. Los 40m2 de superfície de este nuevo elemento de cerramiento, se visten con madera de roble americano pulida con lija de grano grueso y aceite incoloro con trapo, contrastando con la fríaldad del local inicial en el que predomina el mobiliario de acero inoxidable.
Unas líneas horizontales formadas por una pletina doblada de hierro negro y barniz transparente, a modo de estanterías, ayudan a componer el alzado de la pared, que se trabaja como parte del mobiliario, incorporando los elementos que demandaba el programa tales como como el expositor de vinos y de producto, caja de cobro, armarios o pasaplatos.