La diseñadora industrial francesa, Inga Sempé, ha creado una serie de interruptores eléctricos para la marca Legrand, que se destaca por la producción de estos equipos eléctricos nunca de manera convencional. Lo ratifica esta colección de Sempé, que se conforma de tres gamas de distintos diseños de botones apagadores, tomas de corriente y reguladores. Este repertorio busca que la funcionalidad se vincule con la interacción de los usuarios a la hora de encender la luz. El gran rito entre objeto, iluminación y elegancia.
La diseñadora industrial francesa, Inga Sempé, ha creado una serie de interruptores eléctricos para la marca LegrandLongiligne
Sus esbeltas proporciones son más similares a puertas y ventanas que a los tradicionales mecanismos eléctricos de forma cuadrada. El mecanismo de activación está situado a lo largo de toda la pieza y la conexión para Internet puede ocultarse con una tapa giratoria cuando no se está utilizando.
Interruptor LongiligneTrompe l’oeil
La uniformidad de las paredes se rompe con la visión de este diseño en forma de malla, muy poco habitual en un enchufe o interruptor. Esta trama se retrae cuando hay que utilizar el mecanismo y enchufar algún dispositivo.
Interruptor Trompe l’oeilRotatif
Interruptor y dimmer al mismo tiempo, la luz se enciende cuando el interruptor se gira un cuarto de vuelta mientras que la potencia máxima se alcanza con un medio giro. La posición “on” se muestra en una sencilla pantalla gráfica, situada en la parte superior del mecanismo, que queda oculta cuando la luz está apagada. Los elementos técnicos de la toma están escondidos debajo de una tapa que se levanta para conectar los dispositivos.
Interruptor y dimmer RotatifSobre Inga Sempé:
Inga estudió en la École Nationale Supérieure de Création Industrielle (ENSCI-Les Ateliers), en París, de donde egresó en 1993. Sin embargo, su período de aprendizaje más intenso fue en los talleres de algunos de los personajes más legendarios del diseño, como Marc Newson, George Sowden y la interiorista Andrée Putman. Durante sus dos años como discípula de esta última, descubrió que lo suyo era, definitivamente, el diseño industrial.
En el año 2000, abrió su propio estudio donde ha trabajado, entre otras, para firmas como Luceplan, Edra, Baccarat, Ligne Roset, Almedahl’s y David Design. En 2003, fue galardonada con el Gran Premio de la Creación de la ciudad de París.